Mediadores de seguros. ¿Cuál es la mejor opción?

El aumento del nivel cultural, gracias a la aldea global en que vivimos, se traduce entre otros en un mayor conocimiento de los riesgos a los que las personas, familias, empresas e instituciones, estamos expuestos.

Desde un accidente hasta un virus informático pueden afectar nuestra vida presente y futura. Cómo afrontar la jubilación o garantizar el cobro de la mercancía que vendo en mi empresa, son ya temas que toca resolver con urgencia, y con garantías de haber encontrado la solución adecuada.

Esta situación de elevada percepción y conciencia de la necesidad de un correcto aseguramiento, esta causando un efecto extraordinario‎ en el sector, dejando de lado amiguismos y compromisos, y abriendo una enorme oportunidad de desarrollo a los mediadores profesionales.

La última grave crisis de la que aún nos estamos recuperando ha arrasado con puestos de trabajo y con buena parte de los negocios y empresas. También ha provocado el crecimiento y consolidación de los mejores profesionales de cada sector.

Ser «mediador» de seguros, no es un trabajo, es una profesión. Las crisis se afrontan de otra forma, más como oportunidades de negocio y de ayudar a todos los clientes. Los límites del crecimiento son los que la ambición y capacidad de trabajo de cada uno decida. El fruto del trabajo, la «cartera» (si se opta por trabajar con la titularidad de la misma), es un activo valorable, vendible, y de rentabilidad creciente año tras año.

UNA BUENA OPCIÓN es empezar como «agente» en una Compañía aseguradora. Algunas facilitan soporte y formación en los comienzos, incluso subvenciones y apoyo económico que puede suponer una ayuda para dar los primeros pasos.

Aspectos a tener en cuenta son que el trabajo se realiza en nombre de una única marca, lo que puede condicionar el perfil de clientes al que dirigirse, limitándolo a aquellos que interesan a esa Aseguradora en ese momento, y dejando en entredicho la objetividad e imparcialidad en el asesoramiento al cliente;

y que la titularidad de la cartera siempre va a ser de la Compañía, por Ley, aunque pueden ceder ciertos derechos económicos. Ante este punto, realmente importante, sólo queda seleccionar una empresa que no ponga especiales problemas para tomar las decisiones profesionales futuras que uno prefiera con la cartera de clientes que haya constituido.

Conviene contar con el asesoramiento de un experto objetivo que ayude a tomar esa decisión, para evitar disgustos posteriores.

UNA SEGUNDA OPCIÓN es, sin duda, comenzar la andadura colaborando con alguno de los numerosos Broker o Corredurías de seguro que operan en nuestro país. Esta fórmula permite a la Correduría crecer y al interesado incorporarse a la disciplina de una red con capacidad de negociación y ofrece el soporte necesario para el desarrollo de la actividad, siguiendo los criterios y lineas estratégicas de un Grupo que ha demostrado ya su buen hacer.

UNA TERCERA OPCIÓN, es la de poner en marcha un proyecto de «correduría de seguros llave en mano«, conforme el modelo que Recoletos Consultores lleva casi dos décadas implementando. Se trata de una Consultora especializada en este capítulo. Dispone de todo el equipo humano dirigido a este fin, y pone a disposición de los interesados, todas las herramientas de Marketing, Comunicación, Tecnológicas, Digitales: web, redes sociales; de Gestión y Comerciales necesarias para garantizar el éxito de la propia marca y ámbito de cada uno. Permite, como diferencial, contar con la titularidad de la cartera de clientes y operar también comercializando Reaseguro, además de dar acceso a compañías y productos exclusivos de compañías que operan en España, generalistas y especialistas.

Lo importante es tomar la decisión conociendo los pros y los contras de cada opción, para evitar «sorpresas» desagradables en el futuro.

Si estás pensando hacerte corredor o poner en marcha tu propia correduría de seguros no dudes en solicitar asesoramiento sin compromiso.

Esteban Cembellín
Director

www.recoletosconsultores.com